Todos pierden con el brazo izquierdo
Con todo este conflicto que anda pasando en Brasil por las elecciones me puse a pensar sobre el sistema económico y general. Este mes la población se dividió en dos: los que apoyan al PT y los que apoyan al PSDB. Aquellos que apoyan al PT son los que tienen tendencias más socialistas e izquierdistas y los otros o se cansaron de la corrupción y formas mediocres de gobernar de la presidenta Dilma Rousseff, o siempre han tenido una posición más de derecha. En fin, el origen de mis pensamientos sobre el tema es el comunismo.
Justo esta semana había aprendido sobre un refugio de esclavos en la época colonial brasileña que funcionaba con un sistema comunista pero no autoritario. Todos trabajaban y vivían en conjunto y bien. El tema es que hoy en día, como ya se sabe, el comunismo en su forma ideológica es inalcanzable, y por eso tuvimos que dejarnos llevar por el capitalismo. Pero si nos ponemos a pensar, la forma de vida que lleva el ser humano es detestable. Tener que ganar plata para poder comprarse más y más cosas para poder mostrarse y después relajarse y vivir bien es lo que nadie nace queriendo. Lo que pasó es que la evolución de la sociedad tomó un camino que no debía haber tomado y continuó por él mucho más de lo esperado. Pero volver hacia atrás – hacia el comienzo de una “sociedad económica” – ya es imposible. No se puede reeducar a toda la población mundial y cambiar la manera de pensar de la gente. Hoy en día el egoísmo y competitividad se mantienen firmes y por eso los sistemas económicos ideológicos no encuentran ejemplos en ninguna sociedad humana.
Después de pensar en cómo nos fuimos por el lado equivocado en la bifurcación, pasé a pensar en mis propias tendencias políticas. Como ya sabía de antes, siempre fui más atraído por la derecha que por la izquierda, pero lo que me interesaba era el porqué de mi inclinación, si claramente para mí la forma ideal para el humano tenía que ver más con el modo de pensar de los izquierdistas. Pensando exclusivamente en los países de América latina, la conclusión a la que llegué fue: como ya estamos en el fondo del pozo y la comunidad armoniosa nunca va a existir, hay que encontrar la mejor manera de que todo el mundo pueda prosperar y ganarse la vida, y que esa mejor manera es apoyar el capitalismo y dejar que la economía crezca por su cuenta. No se puede seguir creyendo que al ayudar a todas las clases sociales se ayuda a un país entero. Los hechos apuntan demasiado hacia una verdad: los partidos socialistas sudamericanos son cada vez más populistas y lo único que buscan son votos de las clases sociales bajas. Las ideologías sobre la forma de vivir del ser humano que la mayoría de los izquierdistas sustentan no son corroboradas por los partidos a los cuales votan.
Me deja perplejo la ignorancia de la gente hacia una realidad tan evidente. ¿Cómo pueden creer que el país y sus condiciones mejoran bajo estos gobiernos? Yo entiendo y comparto su pensamiento sobre la forma armoniosa en la cual los hombres deberían vivir – pero la realidad en que vivimos fue corrompida hace demasiado tiempo como para seguir creyendo que un gobierno lleno de ladrones cambiará algo. Hay que parar de pensar que el capitalismo solo beneficia a los ricos y que el socialismo ayuda a todos. A veces hay que aceptar que lo que más queremos no es posible y renunciar a ello para que lo segundo mejor se pueda ocupar – y en este caso lo mejor para la gente es girar hacia la derecha.
Mateo Games is a first-time columnist for The Talon and will be writing in Spanish. He was born in Argentina and moved to Brazil at the age of seven. His...